DICCIONARIO JUVENIL

Fuente de la imagen: https://elvisitantedigital.com/que-significa-crush/

A continuación presentamos un diccionario de algunos términos y expresiones juveniles recogidas por Núria Marrón y Juan Fernández en el siguiente enlace:

https://www.epe.es/es/cultura/20211226/plan-crush-putoflipa-tete-diccionario-13029124


ACTIVIDADES PROPUESTAS:

  1. ¿Estás de acuerdo con la expresión “el argot refuerza el sentimiento de pertenencia”?

  2. ¿Qué términos de la lista son los que utilizas con regularidad?

  3. Escribe un texto de cinco líneas en el que aparezcan 7 términos de este glosario, al menos.

  4. Transforma este texto en otro con un registro formal.



El habla de los adolescentes está llena de muletillas y neologismos -algunos de largo alcance, otros caducidad inminente- que a menudo se usan de forma compulsiva e identitaria, ya que el argot refuerza el sentimiento de pertenencia. Los expertos no temen carencias lingüísticas en los chavales mientras aprendan a comunicarse en otros registros. Si tienes adolescentes en casa, aquí va un diccionario de urgencia para fomentar (algo) el entendimiento transgeneracional.

Advertencia: practicarás la mnemotecnia con la cantidad de palabras que significan "gustar" y "colega". 


A machete: con mucho empeño, a tope. 

Beef: controversia o rivalidad entre dos artistas, principalmente raperos, en el que uno busca pelea (al menos dialéctica), intentando difamar o degradar al otro. Por extensión, beef ya es sinónimo de cualquier pique entre dos personas.

Boomer: palabra manoseada que empezó aludiendo a quienes nacieron entre los años 50 y 60 (sobre todo si compartían ese tic generacional de estar permanentemente indignados con los jóvenes y querer tener la razón en todo). 

Bro: de brother (hermano). Diminutivo que procede del trato fraternal en barrios afroamericanos.

Chill: tranquilidad, relax, calma. "Este finde me quedo en casa, de chill"; "eh, chill, no me grites que ya recojo la habitación".

Calle: que tiene pedigrí callejero. "Le falta calle", "tiene mucha calle", "cosas de la calle".

Crack: si le llama así alguien con menos de 20 años, lo mejor es que no se venga arriba. Un crack ha dejado de ser alguien bueno de verdad en lo suyo: ahora es un término irónico que comparte campo semántico con matado, pringado, motivado y parguela.

Cringe: término que viene del inglés y que se usa para designar que algo que te da grima y , sobre todo, te provoca una vergüenza ajena de nivel ingreso hospitalario. 

Crush: flechazo. Orientaciones de uso. "He tenido un crush", "fulanito es mi crush". 

¡De locos!: superbien, espectacular, con un 'hecho diferencial': normalmente se utiliza en la respuesta. "¡Tiaaaaaaaa, que al final hoy me dejan salir!". "¡De locos!", contesta la tiaaaaaaaaa.


En plan: la muletilla reina del argot adolescente, un auténtico monocultivo de la nada. Podrían cogerse un puñado y repartirse sin ton ni son a lo largo de unas cuantas frases sin que le chirríe a nadie,  siempre y cuando se tenga menos de 30 años. «En plan nos vamos al parque»; «en plan me sigue en internet pero yo paso». 

En verdad:  latiguillo usado continuamente para ratificar lo que se dice, en el sentido de «la verdad es que…».

Fiestuki: irse de fiesta, pero con K. 

Flow: estilo callejero.

Fresco: se te ve bien, 'to guapo'.. "Este outfit está fresquísimo".

Insta: Instagram en diminutivo. Un modo, cabe decir, con gran tirón entre la chavalada: holi, guapi, loqui, besis, okis.

Jai: pillarse un colocón. 

Jari: malestar repentino. «Me ha dado un jari». 

LMAO: acrónimo de Laughing My Ass Off. O sea, el clásico «me parto el culo». 

Loco: el «tío» de antes, en la acepción que sirve para interpelar a alguien. «¿Qué pasa, loco?». 

Malro / buenro: por acortamiento, mal rollo o buen rollo.

Me renta: me gusta, pero con el añadido de que sale a cuenta. "Comprar las botas de fútbol de Messi me renta".

Miérder:  persona despreciable o tonta. «Ese es un mierder».

Mórtimer:  muerto o muy cansado, con connotaciones humorísticas. «Estoy mórtimer». 

Pana: colega. De paneo: de colegueo.

Pila: mucho o mogollón. Por ejemplo: "Ayer jugué al Minecraft... pero pila, ¿eh?"

Puto: usado como prefijo para dar énfasis a lo que se dice. «Me putoencanta». «Me putoflipa».

Random:  inesperado o aleatorio. De origen tecnológico, como 'hater' (quien odia) o 'troll' (saboteador).

Retuit: yo también.

Sapo: chivato en grado superlativo y dicho con asco.

Shippear: juntar a dos personas que podrían hacer buena pareja.

Siete veinticuatro: sinónimo de «todo el rato» (24 horas, siete días por semana). Se usa para designar a pelmas –«es un tío sieteveinticuatro»–, pero no siempre es peyorativo. Por ejemplo: «'En plan' es la muletilla siete veinticuatro».

Suda: primo hermano del clásico "me la suda", pero sin la forma reflexiva. "Suda que me hayan castigado en el insti", "suda que no quieras venir".

Tíaaaaaaaaaaaaaaa: equivale al tía de toda la vida, pero con acento agudo, con muchas 'As' y registro grave y un punto gutural. Si no, no sirve.

Tío: palabra convertida en sufijo y que se usa compulsivamente para citar a la persona interpelada, normalmente denotando hartazgo o queja: «Mamatío, enróllate»; «papatío, no me rayes».

Típico:  muletilla empleada para remarcar la identidad de algo.  «Es la típica movida en la que…»; «es lo típico que estás un día en el parque y de repente…».

To: acortamiento de “todo”, pero usado en contextos impropios: “Ese tío está to bueno”. “Ese coche es to guapo".

Tocho:  si piensa que equivale a mamotreto, probablemente es que nació antes de los 2000. Tocho ya no es aquel libro, grueso como un ladrillo, que debía leerse de un día para otro, en los tiempos sin internet, para luego cumplimentar una ficha de lectura absurda. Ahora tocho es algo grandioso, un (caduco) guai a escala superlativa.

Va lacasito, va doraemon, va tinkiwinki: básicamente, que va borracho/a.

¿Vale?: muletilla usada para subrayar lo que se cuenta. “Me la encontré en el parque, ¿vale? Y le pregunté si se venía conmigo, ¿vale? Y me dijo que no, ¿vale?”. Vale.

Zasca: término transgeneracional, popularizado como acortamiento de "¡zas, en toda la boca!" que no parece dar signos de agotamiento.


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